Bóveda de crucería de arista. Torres de Quart, Valencia

viernes, 1 de marzo de 2013

Una referencia metrológica románica


 La Catedral de San Pedro de Jaca es universalmente conocida como una de las primeras joyas de la arquitectura y escultura románicas. La ausencia de documentación fíable ha motivado una larga polémica sobre la cronología de las obras. En la actualidad hay cierto consenso en considerar que la construcción de la estructuras principales abarcan desde 1077, fecha en la que el rey Sancho Ramírez de Aragón refunda la vieja ciudad de Jaca, hasta 1130, en un momento en el que el centro político del reino ya se había desplazado a Huesca.

En este post nos vamos a centrar en un detalle de uno de los capiteles que flanquean la portada del atrio occidental o Lonja mayor, en concreto el exterior por el lado izquierdo. En varias publicaciones se ha supuesto que se trata de una escena de naturaleza simbólica o religiosa. Nosotros reivindicamos hace unos años para esta pieza la categoría de ser una  representación de “escena de construcción”, tema frecuente y conocido en el arte medieval (1).

Así, según esta lectura, la cara occidental, que mira hacia el exterior, representaría al maestro de obras, identificable por su vara de medir, departiendo con el aparejador.

 

En la cara meridional dos obreros transportan a mano un sillar, mientras que hay otros dos personajes de más difícil reconocimiento en la cara oriental, pegada al muro, uno de los cuales está arrodillado en la esquina y el otro es completamente invisible para el espectador. 


(Fotografías tomadas durante los trabajos de restauración, 2009)


De forma general esta obra se atribuye a un escultor anónimo de fuerte personalidad cuyo apodo para la historiografía va cambiando con el tiempo (“Maestro de Jaca”, Maestro de Jaca-Frómista”, Maestro de la Orestiada” … ), y que dejó su importante labor artística en varios edificios a lo largo del camino de Santiago y –al menos- en los dos últimos decenios del siglo XI.

Aquí planteamos la hipótesis de que la vara que lleva el maestro de obras en la mano sea la representación directa de un patrón metrológico. No queremos decir que sea el propio patrón, porque en su ubicación no es fácilmente verificable, sino que en el diseño de la pìeza su longitud no se dejó al albur del escultor y representa una medida determinada.


La justificación es la siguiente:

La longitud máxima entre los lados cortos opuestos (2) es de  0,1625m.
Esta medida equivale a la mitad del conocido patrón francés como pied de roi “ancien” con una mengua de 0,005%. [0,326592 : 2 = 0,16329 m.] Es evidente que si la vara del maestro de Jaca no es un “medio pie de rey”  mide casi exactamente lo mismo que éste.


¿Qué conclusiones podemos de este dato?

El “pie de rey”, es una medida de amplio uso en Francia antes del SI. Es, por lo tanto, plausible, que el medio pie (sesma, o sexta) de esta vara esté relacionado con talleres del otro lado de los Pirineos, pero cabría la posibilidad de que un pie de esta longitud hubiera llegado desde la Antigüedad hasta este capitel por otras vías, puesto que es una unidad que deriva en último término de las antiguas medidas griegas y próximo-orientales.

Nuestras propias observaciones nos permiten afirmar que un módulo de alrededor de 0,325 m. es una medida común en muchos edificios románicos del entorno del Camino de Santiago. Pero estas mismas observaciones también nos hacen constatar que es frecuente cierta multiplicidad metrológica dentro de un mismo edificio e incluso de una misma época. Debe recordarse que los intentos de sistematización no se producirán en los reinos ibéricos hasta bien entrado el siglo XIII (reinados de Jaime I y de Alfonso X) Hasta entonces, los más viejos edificios románicos dan la impresión de que se han construido con medidas dispares según las tradiciones locales, la procedencia del taller o el maestro de cada campaña.

Por poner un ejemplo dentro de la misma obra, las alturas de la impostas de esta misma portada de Jaca tienen hasta 3 medidas diferentes, de las que sólo una coincide con la sesma de la vara de este capitel.
    
Y sobre la portada hay un portillo que comunica con la escalera interior que discurre intramuros. Se trata de una obra, por lo tanto, correspondiente con un momento constructivo ligeramente posterior. 



La Lonja Mayor antes de la intervención. 


El vano mide aproximadamente 1,475 x 0, 890 m. lo que equivale a unas dimensiones de 5 x 3 pies, pero de un módulo en torno a 0,296 m. Es decir, se trata del conocido pie romano.


Notas 
(1)  Rodrigo de la Torre, “Aspectos metrológicos en el románico”, en Románico, 8, Asociación de Amigos del Románico, 2009, p.62.
(2) Medido desde las atacaduras de la superficie, que es donde se realizó el dibujo, pues la talla ligeramente biselada hace que el objeto sea más largo según se profundiza el relieve.

No hay comentarios: