Bóveda de crucería de arista. Torres de Quart, Valencia

miércoles, 28 de enero de 2015

Un posible testimonio precoz del uso del trinchante

La siguiente imagen procede de la interesante página de Facebook Iran: Art & Architecture of Persia. 

Se trata de un detalle de un relieve de la escalera oriental de la apadana del palacio de Persépolis. 




Persepolis - Apadana, Eastern Stairway, Tribute Procession, the Ethiopian Delegation, an Ethiopian Tribute Bearer
Procedencia: http://goo.gl/gzAyBB


Nos ha llamado la atención que en el plano del fondo se ve claramente la huella de un trinchante o escoda dentada. Esta herramienta se utiliza para el acabado de superficies, tanto de paramentos de sillería como de trabajos de molduración de superficies grandes. 


 
Trinchante. Epoca imprecisa. 
Colección del autor de este blog.


Se trata de una herramienta cuyo testimonio más antiguo, un tanto circunstancial, se documenta en Atenas, en una obra del siglo VI a.C. (1)  Será a partir del Imperio romano cuando se constate su uso frecuente en la sillería y en la definición de superficies capaces previas a la decoración y escultura. Con la desaparición de la civilización romana, su uso también desaparece casi por completo, siendo recuperado en Borgoña hacia el siglo XII y difundido a partir de allí durante el resto de la Edad Media y la Edad Moderna (2). 

La presencia en Irán, en la apadana de Persépolis construida durante el reinado de Jerjes I  (485-465 a.C.) es, pues, una sorpresa. Si no se trata de un retallado de época muy posterior -como medio mecánico de limpieza de la superficie- , estas huellas demostrarían la temprana difusión del trinchante en el Medio Oriente durante la segunda mitad del siglo V. a. C. 

Un examen comparativo de las pátinas superficiales entre las zonas trabajadas con el trinchante y las del resto del relieve ayudaría sin duda a dilucidar esta cuestión. 


Notas
(1) Se trataría de una huella en una cara no visible de un sillar del antiguo Olimpeion. V. J.C. Bessac, L'outillage traditionnelle du tailleur de pierre de l'Antiquité à nos jours, CNRS, Paris, 1987, pp.66 y s. 

(2) BESSAC, Ibidem. Nosotros hemos supuesto que su introducción en la Península Ibérica se debe a los talleres cistercienses, durante el último tercio del siglo XII. V. R DE LA TORRE, "Técnicas preindustriales de la talla en piedra", en Los retablos: Técnicas, materiales y procedimientos, Grupo Español del IIC, 2006, pág..6 y ref. bibliográfica.