Bóveda de crucería de arista. Torres de Quart, Valencia

lunes, 29 de noviembre de 2010

Agujeros: técnicas


En una entrada anterior hemos recordado los útiles para realizar agujeros sobre materiales pétreos. Aquí mencionaremos muy someramente sus principales aplicaciones. Salvo el uso funcional ( barrenado para la extracción de bloques de cantera, o por la necesidad de perforar una pieza para insertar un vástago o fabricar un hueco ), los taladrados han tenido un uso muy limitado en el mundo de la cantería. No así en el de la escultura, ya que se ha utilizado profusamente en épocas diferentes.

Por lo general los agujeros se presentan como un recurso expresivo para marcar diversos detalles de las formas reproducidas, como elementos textiles, pupilas, comisuras, detalles vegetales, etc. Aparte de la imitación de una forma natural que puede exigir un taladrado, el contraste lumínico puntual que produce la sombra de un agujero sobre la superficie de una piedra ha sido siempre un recurso apreciado del lenguaje escultórico. 

 Plafón. Caliza de Albardos. Monasterio de Alcobaça (Leiria, Portugal), ¿s. XVIII?


Las perforaciones constituyen también un procedimiento de desbaste, particularmente sobre mármol, en donde se fijan la situación de los contornos del relieve. Esta técnica tiene una aplicación particular en el relieve a dos planos, puesto que se trata de realizar un “troquelado” de los límites del dibujo de la superficie. 

 Capitel decorado con la técnica denominada “panal de avispa”. 
Mármol. Medina Azahara (Córdoba), s. X.

En el caso de relieves modelados, la utilidad de los trépanos alcanza también a la tercera dimensión: no solamente se individualizan los contornos sino que el fondo de los agujeros marcan las alturas relativas del bulto respecto del plano inferior.  En las fotografías siguientes, que pertenece a la misma serie que la representación de la Escultura del Campanile del Giotto, se aprecia bien como el artífice ha utilizado el trépano para marcar tanto los contornos de los detalles como la profundidad del relieve. 

 Detalle de la representación de un telar del Lanificium (Arte de la Lana). Panel hexagonal del primer cuerpo del Campanile de Giotto (1334-1337). 
Mármol. Taller de Andrea Pisano. Florencia, Museo dell’Opera del Duomo.


En éstas además, los agujeros sirven de recurso plástico, dotando de expresividad a las facciones del rostro de Hércules y para resaltar el volumen de su barba. También como contrapunto necesario para definir la naturaleza del elemento vegetal, compuesto por ramas de roble. 



Dos detalles del relieve de Hércules venciendo a Caco. Panel hexagonal del primer cuerpo del Campanile de Giotto (1334-1337). 
Mármol. Atribuido a Andrea Pisano. Florencia, Museo dell’Opera del Duomo.


Llama la atención la diferencia de acabado entre las dos imágenes, que pertenecen a una misma pieza. De hecho, la masa de hojas está claramente inconclusa, y el prolijo trabajo de trépano tiene la evidente intención de crear un efecto “impresionista”. Entre otros motivos, porque el relieve en su emplazamiento original se encontraba a muchos metros por encima del suelo. Parece que en tiempos de Andrea Pisano, como en los nuestros, también se tenía que trabajar con prisas, y ya se aplicaba el viejo refrán que dice que “en las alturas, las telas de araña parecen molduras”.

No hay comentarios: