Bóveda de crucería de arista. Torres de Quart, Valencia

lunes, 24 de enero de 2011

Una herramienta romana para el movimiento de bloques

En la monografía ya clásica de Jean-Pierre Adam sobre construcción romana, se detallan los procesos para la realización de una obra de cantería con sillares de gran formato. Reproducimos un pasaje sobre el que vamos a proponer unos detalles:

“La ubicación exacta del sillar se hacía mediante transporte manual sobre rodillos cuando aquel era de dimensiones modestas,  pero a menudo se realizaba con palancas que requerían el acondicionamiento de unas cavidades llamadas agujeros de pinzas, que aseguraban a la herramienta una superficie de apoyo que permitiera la maniobra. Estos agujeros de pinzas se tallaban en el sobrelecho de los sillares que ya estaban colocados en el momento de la maniobra, y en función de la distancia a recorrer. En efecto, el transporte sobre rodillos desde el punto en que el artefacto de elevación depositara los sillares no permitía el calce, ya que para retirar dichos rodillos convenía disponer de un cierto espacio periférico, razón por la cual se encuentran a veces varios y sucesivos agujeros de pinzas que traducen distintos avances, también sucesivos, mediante una o varias palancas”. 

 (J.P. ADAM, La construcción romana. Materiales y técnicas, p.55. Editorial de los Oficios, León, 2002) 

Este especialista propone varias referencias gráficas, entre las que destacamos un apunte didáctico que reconstruye el procedimiento: 

(Imagen procedente de : J.P. ADAM, La construcción romana. fig. 119)

La descripción es muy precisa aunque el lector tiene que considerar que cuando se habla de “pinzas” [pinces, en la edición original], no se refiere a “pinzas de elevación” sino en este caso  a “palancas” para arrastrar los bloques sobre el sobrelecho ya construido que, en una obra de cantería isódoma, es una superficie continua.

Un ejemplo de este procedimiento de trabajo se encuentra en el arco romano de Medinaceli, datado en los siglos II d.C.  Este arco se construyó reformando un lienzo y una puerta de una muralla anterior, por lo que es de suponer que el talón que forma el basamento oriental estaba integrado con la cimentación de la muralla. Esta zona fue objeto de sendas excavaciónes arqueológicas en 1981 y 1991, volviendo a quedar a la vista durante la reciente restauración (entre 2003 y 2005). En la actualidad está oculta bajo la actual urbanización del entorno del arco realizada en dicha intervención.


Tal como describe Adam, se aprecian una serie de marcas en el sobrelecho, que se corresponden con los “agujeros de pinzas” descritos. De su ubicación alineada se deduce que se realizaron para arrastrar ortostratos de las mismas dimensiones, como se corresponde con el aparejo de los basamentos del arco. Interpretamos la cavidad circular que se percibe en la parte interior de la plataforma como realizada para colocar un pie derecho que formaba parte de algún ingenio de elevación. 



Lo característico de estas huellas es que su forma no es la producida por una palanca de pata lisa. Si bien parece que el agujero preliminar para fijar la herramienta se hizo con un cortafríos, el perfil de los mismos sugiere que la palanca utilizada para empujar los bloques acababa en  un tope dentado, una especie de tridente, seguramente para que el útil quedara mejor fijado al sobrelecho, construido con bloques de arenisca ferruginosa procedente de una cantera local.





Las fotografías fueron realizadas por el autor de este blog durante los trabajos de restauración de la campaña de 2003. 


Referencias y bibliografía suplementaria:

Pequeña ficha de la restauración del arco de Medinaceli (web de Conservarq)

MARINÉ, María;  “Informe de las excavaciones arqueológicas en el arco de Medinaceli. Campaña de 1981”,

LERÍN, Montserrat et alia; “La muralla del arco de Medinaceli: Técnica constructiva, relación y cronología”;

ambos estudios en:
 J.M. ABASCAL y G. ALFÖLDY (Eds.) El arco romano de Medinaceli (Soria, Hispania citerior), Real Academia de la Historia/Universidad de Alicante, Madrid, 2002.